top of page

¿Cómo mejorar los problemas en la relación médico-paciente?

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Escuela de Estudios Generales

Obstetricia


 



 

Resumen


La realidad con respecto a la relación médico-paciente presenta un problema que se desarrolla a diario en los distintos centros de salud a nivel nacional y mundial. Pero mitigar o resolver este problema requiere de atención centrada en el paciente y la construcción y refuerzo de habilidades comunicativas aplicadas desde los primeros años de formación como profesionales de la salud. En este ensayo se plantea dar a conocer de qué manera puede aplicarse la construcción de habilidades comunicativas en el estudiante de pregrado y de cómo estas son una opción para lograr un bienestar común.


Palabras claves: Salud, médico-paciente, bienestar, habilidades comunicativas.


Es de conocimiento de muchas personas que la relación actual entre un médico y su paciente se orienta hacia resultados deficientes por lo cual se tienen respuestas e ideas negativas acerca de la atención en los diversos centros de salud del mundo. De este modo las brechas en dicha relación se acrecientan con el tiempo, la falta de la función principal de un profesional de salud se resume en malos tratos, ineficiencia y negligencia.


Pero ello puede cambiar si se aplica desde los primeros años el desarrollo de habilidades comunicativas y se comienza a darle la relevancia necesaria para de ese modo presidir cambios positivos y en vela del bienestar del paciente, en este ensayo se plantea la importancia de dichas habilidades y cómo ellas pueden aplicarse en la formación profesional del estudiante de salud.


Las habilidades comunicativas se expresan a través de escucha activa, manejo de emociones para decir alguna noticia complicada, empatía, el uso de palabras sencillas, observación minuciosa y sobre todo darse a entender y retroalimentar por medio de preguntas si no se diera el caso. Pero, ¿Por qué es tan importante su desarrollo adecuado desde los primeros años?, la respuesta puede divagar por distintos puntos de vista, no obstante, una respuesta generalizada se asocia a la facilitación de la comunicación entre el médico y su paciente trayendo consigo diversas facilidades para obtener información certera y de ese modo orientar la consulta a un diagnóstico conciso a favor del paciente.


Muchos casos revelan que “las cruentas realidades del mundo actual, parten de un profesional sometido a las leyes del mercado, que prioriza la información sobre la formación, la técnica sobre la compasión, la instrucción sobre la educación y la habilidad sobre la sensibilidad”(1); sin embargo, existen quienes sí se ocupan del paciente como una persona en su totalidad, aplicando lo mencionado sobre habilidades comunicativas, como por ejemplo la concordancia entre sus acciones y palabras, la explicación adecuada de cada paso a realizarse en caso se tratase de un tratamiento, el respeto predominante al momento de dirigirse a la persona y la empatía correspondiente.


Todo esto se resume a una adecuada comunicación entre el médico y su paciente, proyectando así diagnósticos correctos, el seguimiento de tratamientos, la disminución de la ansiedad en el paciente y sobre todo mayor alcance con la población. Alfonso Mendoza menciona que la relación entre el médico y su paciente se debe situar entre dos personas que confían y pretenden establecer un lazo personal y un vínculo casi afectivo (2).


Es necesario que la población confíe en los profesionales de salud quienes están dispuestos a velar por su bienestar en general. Y esto se puede lograr siempre y cuando el profesional de salud esté capacitado de conocimientos, habilidades y actitudes a favor de una comunicación asertiva y adecuada.


La manera de integrar estas habilidades es desarrollándose desde los primeros años de formación por medio de pequeñas interacciones entre estudiantes y población, la

participación de estudiantes en campañas de salud y prevención de esta e incluso integrándose en los planes de estudio de las facultades de medicina a la cual pertenecen la mayoría de profesiones médicas. El estudiante debe estar capacitado con respecto a prestar una atención centrada en el paciente y de ese modo obtener resultados positivos en beneficio del paciente y la población.


Las interacciones tempranas deben basarse en ciclos de aprendizaje, en donde la comunicación sea prioridad en el desarrollo de actividades y se promuevan dinámicas para el mejor entendimiento de ciertas informaciones tomadas para un tema determinado. “El intercambio de técnicas de comunicación puede ayudar a los médicos inconscientemente a desarrollar un mayor tono emocional en la interacción y a cambiar su conducta no verbal, como el tono y ritmo del discurso, el contacto visual y la postura” menciona K. Zoppi (3).


Como ya se mencionó, la relevancia de una adecuada comunicación entre el médico y su paciente debe ser certificada para asegurar éxito en futuras consultas, para integrar a los estudiantes con la población, con sus compañeros y su docente. Mencionar también que busca idear, analizar y reflexionar sobre la problemática entre la relación médico-paciente y que tan dispuesto puede mostrarse para cambiar o modificarlo.


Por otro lado con la implementación temprana del desarrollo para una buena comunicación en los estudiantes de pregrado, se logrará la participación activa y centrada del estudiante, por lo que los estudiantes tendrán un punto de vista más generalizado con respecto a la variedad de pacientes que pueden acudir a su ayuda en un futuro y de cómo podrían afrontar distintas situaciones como personas con otro contexto sociocultural, pacientes que no hablan, etc.


Entonces, la salud pública tiene como base a la relación médico- paciente, dicha relación cumple con una función específica la cual busca el bienestar y cuidado de la salud del paciente, tratar en su totalidad al paciente y enfocarse en el paciente.


Uno de los obstáculos que concurre en esta relación es la falta o una inadecuada comunicación, esto establece un sinfín de barreras entre la salud pública y su prevención, cosecha la desconfianza de la población hacia los profesionales de salud y remueve las buenas prácticas por otras que asemejan el bienestar del paciente a la ausencia del dolor.

Por ello lo ideal sería proponer un cambio que involucre a los estudiantes de pregrado, un cambio que empiece desde los primeros años, para poder fijar, desarrollar y brindar habilidades comunicativas para de ese modo contribuir a un futuro en donde los médicos puedan escuchar, explicar, comprender y sobre todo procurar un bien común que involucre al paciente en su totalidad.



Referencias bibliográficas


1. Hernández Rosales Mayda Josefa. El humanismo y la relación médico-paciente. Rev Cub Med Mil [Internet]. 2013 Sep [citado 2022 Nov 13] ; 42( 3 ): 255-257. Disponible en:

http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0138-655720130003000 01&lng =es.

2. Mendoza F Alfonso. La relación médico paciente: consideraciones bioéticas. Rev. Perú. ginecol. obstet. [Internet]. 2017 Oct ; 63( 4 ): 555-564. Disponible en:

http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2304-5132201700 0400007&lng=es.

3. Zoppi K, Epstein RM. ¿Es la comunicación una habilidad? Las habilidades comunicativas para mantener una buena relación Is communication a skill? Communication behaviors and being-inrelation [Internet]. Fesemi.org. Disponible en: https://www.fesemi.org/sites/default/files/documentos/casos-clinicos/vi-escuela verano/comunicacion-medico-paciente-1.pdf





















Comments


bottom of page